Dos almas, un destino.

Desde que nuestras miradas se cruzaron, supimos que algo mágico estaba por comenzar. El amor nos encontró, nos transformó y nos unió en una historia que sigue escribiéndose con cada sonrisa, cada abrazo y cada sueño compartido.
Hoy celebramos no solo el amor que sentimos, sino también la promesa de caminar juntos.
Porque cuando el amor es real, cada momento se vuelve eterno.